martes, 5 de junio de 2007

El Purgatorio

Alguna vez se han preguntado ¿qué viene después de la muerte?, y se han contestado: los buenos van al cielo y los malos al infierno; pero no es así. Primero van al purgatorio para purificar sus almas y después se decide su destino (cielo o infierno). El purgatorio es un lugar o estado en el que se encuentran muchas almas de fieles difuntos. Todas las de aquellos que, muriendo en gracia de Dios, no se habían purificado de las reliquias de los pecados cometidos. Allí son purificados mediante el sufrimiento hasta que puedan penetrar, totalmente limpias, en la gloria del Padre. FINALIDAD DEL PURGATORIO: Dios perdona nuestros pecados, pero no nos dispensa de repararlos. Al placer del pecado tiene que corresponder un sufrimiento, una pena, el reparar un orden violado. Esta obligación de reparar se llama reato. Cada vez que cumplimos la penitencia que nos impone el confesor y otros sacrificios, saldamos con Dios esa deuda, al menos en parte. Pero cada vez que nuestra flojedad se contenta con pedir el perdón sacramental, vamos añadiendo deuda sobre deuda. Los santos practicaron muchas penitencias para reparar sus pecados, lo que les valió de mérito, de aumento de gracia y de gloria, y se evitaron las terribles penas del purgatorio. Esperar al otro mundo a restablecer el orden es falta de prudencia sobrenatural. MEDIOS DE EVITAR EL PURGATORIO: Podemos y debemos hacer todo cuanto esté de nuestra parte para evitar las terribles purificaciones de ultratumba o para disminuir su intensidad y duración. Dios, como Padre nuestro que es, quiere que no se dilate nuestra separación de El; por eso prefiere que paguemos aquí nuestras faltas, mientras podemos merecer. La vida del cristiano debería ser tal, que, en el momento mismo de morir, estuviera preparado para la inmediata visión de Dios. El purgatorio es el último recurso de la misericordia infinita de Dios para acoger en su seno a las almas imperfectas, que rechazaría su justicia.
Dos cosas fundamentales para evitarlos: Huir del pecado: En el momento del juicio, a la luz del más allá, nos daremos cuenta de la espantosa gravedad del pecado. Descubriremos en nosotros multitud de manchas y defectos que ahora se nos escapan, o que apenas si les concedemos importancia.Hacer penitencia: Mientras vivimos, con la penitencia, podemos ofrecer a Dios una verdadera satisfacción por nuestras culpas; no así en el purgatorio, donde sólo habrá expiación. Con dolores llevaderos, pero ofrecidos a Dios con amor, unidos a los de Cristo y María, podemos saldar en este mundo todas nuestras deudas con la justicia divina, aumentando nuestros merecimientos a la vez. En el purgatorio no merecemos absolutamente nada. Si tuviéramos fe viva como los santos, el dolor tendría para nosotros más atractivo que el placer para el pagano. Si no fueras al purgatorio tu alma se consumiría en las fauces del infierno y conocerías el dolor en persona. Aunque no se sabe todo con exactitud porque nadie nunca ha regresado de la muerte para contarlo y por eso nos quedaremos con la gran duda: ¿Qué hay después de la muerte?, ¿La muerte misma? o ¿Hay otra esencia que lo decide?

El Infierno

El Infierno es un lugar terrible. La mayoría de las muertes son asuntos desagradables, pero ir de una muerte desagradable directamente a un lugar tan horrible como el Infierno acaba siendo una tragedia desastroza. Este es más, especialmente, el caso puesto que el Dios no nos desea en el Infierno. No importa si usted, su pastor, su maestro, sus padres o cualquiera cree en el Infierno o no. Su existencia es tan segura como la de la luz del sol. El hecho es que el Infierno realmente existe, además, ¿por qué estonces la biblia dá tantas menciones de él? Si no existiera, la biblia no lo mencionaría tanto. Usted puede preguntarse que por qué un Dios cariñoso enviaría a hombres al Infierno. La respuesta a esa pregunta miente en el hecho de que el Dios es perfecto en cada aspecto, y su amante no lo hace perder su calidad de justicia; debemos entender como El simplemente ha balanceado sus atributos perfectos. La cosa más importante para que entendamos es que debemos intentar la salvación del Dios para evitar los horrores del Infierno. Cuando mueres siendo lo suficientemente malvado para entrar al Infierno, dejas de existir. Es una puerta al sufrimiento y hacia el dolor eterno; el Infierno es el castigo para los que no fueron dignos de entrar al Cielo, a nuestra salvación. Hay dos declaraciones aparentemente triviales con las cuales quisiera presentarle: 1-El Infierno es caliente. 2-La eternidad es por siempre. Estas declaraciones son solamente tan triviales como la consideración que usted les dá. Si usted responde a ellas profundamente, garantizo que usted comenzará a conseguir una ojeada de la sabiduría verdadera. El Infierno es una puerta a lo desconocido ya que nadie jamás y nunca ha vuelto de ahí para contarnos con exactitud pero nuestras juguetonas mentes se quedarán con la duda sobre que hay allá, como es ese lugar y quien nos recibirá; cuando nos llegue el momento de morir, lo descubriremos.

Qué es la muerte?

La muerte es un estado del hombre anhelado por todos. Siempre se ha temido a la muerte, a lo que esta conlleva. A todo el dolor y sufrimiento que la acompaña. ¿Pero es realmente a la muerte a lo que tememos? La muerte es algo desconocido. Quizá por ello la temamos, pero no por el hecho de ser desconocido ha de ser temido. Mil cosas hay en el mundo que para nosotros son desconocidas y no las tememos como a la muerte, si es que realmente la tememos. Desconocidos son los límites del universo y no por ello los tememos. Desconocido es el poder de la mente y no por ello nos aterra. ¿Es realmente a la muerte a la que tememos? El dolor, el sufrimiento, la soledad... esto es lo que realmente atemoriza al ser humano. Y ¿no esta todo esto unido a la idea de muerte? El dolor puede ocasionar la muerte, y la muerte de los demás produce soledad, lo que nos lleva al sufrimiento. No es la muerte en si lo que nos hace sufrir, es el dolor relacionado con la muerte y la perdida de seres queridos. La muerte no es algo aterrador. Si lo son los sentimientos que hemos llegado a relacionar con ella. La muerte no siempre conlleva dolor y el sentimiento de soledad que sentimos cuando alguien querido muere es un sentimiento egoísta. Nos sentimos apenados por la marcha de esa persona y por como nos llegaremos a sentir nosotros sin su presencia. Si miramos dentro de nosotros nos daremos cuenta que nunca hemos temido a la muerte. Si hemos pensado en ella, pero como algo inevitable, desconocido pero no aterrador. Lo aterrador es cuando hemos pensado en formas horribles de llegar hasta muerte; accidentes que nos amputen un miembro, que nos desangren, situaciones de asfixia, incendios en los que morimos calcinados, sintiendo como cada centímetro de nuestro cuerpo ardía, enfermedades que corroen nuestras entrañas... Esto si nos aterra pero esto no es la muerte, esto es la vida. En la muerte no hay dolor ni sufrimiento. Es en la vida donde sufrimos, sentimos dolor y soledad por la muerte de nuestros seres queridos. Por tanto no tememos a la muerte, sino que la anhelamos. Todo el mundo ha deseado morir en más de una ocasión, sobre todo cuando la vida se muestra más viva que nunca y nos demuestra su crueldad con toda su furia haciendo que deseemos la muerte más rápida y menos llena de vida posible.

El satanismo una religión atea.

El satanismo es una religión como ninguna otra, me refiero a que el satanismo es una religión en la que no adoras a ningún dios supremo y el satanista verdadero solamente se adora así mismo.
El satanismo no es una religión de el espíritu sino una religión de la carne ya que sigue los instintos naturales del hombre y no doctrinas falsas que lo único que hacen es reprimir tu verdadera forma de vivir y disfrutar la vida, es mentira que el satanismo cometa crímenes como el homicidio de personas y el abuso sexual ya que en el satanismo si se cometen actos sexuales, como anteriormente mencione es una religión de la carne en la cual el hombre sigue sus instintos naturales como serian la satisfacción sexual y mental.
Los actos sexuales realizados dentro del satanismo son voluntarios y jamás son forzados los participantes a sostener relaciones sexuales, nosotros los primeros en señalar el abuso sexual y el homicidio.
También es mentira que el satanismo adore a un dios del mal ya que es una religión atea no creemos en actos sobre naturales ni en un dios del mal ya que en el satanismo la palabra “SATAN” es usada para representar una energía de las sombras, una energía de la naturaleza, una energía de la mente, de un poder inmenso, algo que la ciencia todavía no ah podido explicar una energía a la que se le ha llamado “SATAN”.

Satán es una palabra que significa: Adversario. Este es el nombre que algunas de las religiones cristianas le dieron al aparente personaje que los castigaría por sus actos carnales y paganos llamados pecados que quebrantaban sus reglas o mandamientos.
Satán al contrario es libertad en vez de abstinencia, el satanismo te ofrece satisfacción en lugar de represión.

Creencias y Costumbres

Dios ha creado el universo y todo lo que contiene El Hombre es la obra suprema de la creación, y la Mujer es su compañera. Dios estableció un pacto con Adán. Más adelante, cuando muchos de los descendientes de Adán se apartaron del camino del Señor, hizo un nuevo pacto con Noé. Según cambiaban las circunstancias históricas el pacto se iba ampliando, así el pacto que hizo Dios con Abraham era mucho más completo pero la versión definitiva del pacto divino se estableció con Moisés quien dejó escrita la Toráh, los libros sagrados donde se narra la historia del pueblo judío desde la creación hasta la entrada en la Tierra Prometida. En la Toráh se encuentran todas las leyes que los judíos deben obedecer en su vida cotidiana para mantenerse fieles al señor.

Muchas de estas normas sirven para mantener un comportamiento ético que permita a los judíos estar más cerca de Dios. Otras normas son simples instrucciones higiénicas o alimenticias incluidas por Moisés en la Toráh para evitar infecciones y enfermedades durante los años de peregrinación por el desierto tras la huida de Egipto. El judío, sin embargo, no debe cuestionar las normas sino acatarlas sin dudas de ningún tipo, no por pensar que al quebrantarlas se pueda faltar a Dios, sino por la autodisciplina que se exigen de ellos mismos. Esta autodisciplina hace del judío un hombre de fuerte carácter, capaz de defender de forma casi fanática todas sus creencias.
Al mismo tiempo el judío es un erudito, desde pequeño se le ha enseñado a estudiar la Toráh, está mucho más acostumbrado que los miembros de otras culturas al estudio, la oratoria, la argumentación, y aventaja a muchos de ellos en el ejercicio de profesiones de carácter científico. A pesar de esa ventaja, sin embargo, los judíos intentan no considerarse superiores a los demás, pues todas las criaturas han sido creadas por Dios y son necesarias para la creación, cada una a su manera y de un modo insustituible, por lo que sería estúpido, y pecado, pensar que uno es mejor o más querido por Dios que cualquier otra criatura.

Los judíos no creen en la predestinación, Dios ha creado al hombre libre de elegir su propio destino. Así, el hombre es la única criatura del universo que goza del libre albedrío, ya que puede elegir sin ningún tipo de coacción seguir el camino de Dios y la vida o del pecado y la muerte. Una de las principales leyes divinas es que los judíos no deben pronunciar el nombre de Dios en vano. Para evitar el más minimo riesgo de cometer ese pecado los judíos no pronuncian jamás Su nombre. Aunque el nombre original de Dios debió ser un mantra similar al OM de los hindúes, probablemente incorporando las cinco vocales IEOUA en un cántico cuya entonación se ha perdido con el paso de los milenios, el idioma arameo no contenía vocales escritas por lo que era imposible representar correctamente el nombre de Dios. En su lugar se usaban cuatro consonantes débiles YHVH. La evolución de ambas formas verbales dió lugar a los dos modos en que Dios es conocido en la actualidad, Yavé y Jehová. Sin embargo, tanto en sus escritos como en su conversación diaria, los judíos se refieren a Dios con circunloquios o abreviaturas como Tetragramatón (Tetra=4, grama=letras), D-s, el Señor, etc
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Historia de los Judíos

Según las creencias judías, Dios creó el mundo hace unos seis mil años y lo pobló de personas que a lo largo de la historia se han multiplicado hasta habitar todos los confines de la tierra. Con el tiempo muchos de los descendientes de Adán se apartaron de Dios y en numerosas ocasiones éste tuvo que enviar a profetas para advertir a su pueblo que volvieran a sus enseñanzas. Y cuando los profetas no eran escuchados, Dios enviaba serafines, querubines y otros tipos de ángeles para ejecutar los castigos a los que los idólatras y herejes se hacían acreedores. Durante siglos sólo unos pocos de los descendientes de Adán fueron fieles a Dios y éste hizo un pacto con ellos, entregarles una tierra en la que vivirían por siempre libres de toda opresión e injusticia. La promesa se hizo realidad con Moisés que sacó a los judíos de Egipto, donde eran esclavos, y los llevó a las mismas puertas de Canaán para que la habitaran para siempre. Los judíos se enfrentaron en diversas luchas con los pueblos vecinos que deseaban su tierra pero con la ayuda de Dios consiguieron mantener su reino libre de la tiranía de otras naciones. Sin embargo el pueblo judío era sumamente díscolo en ocasiones y caía de vez en cuando en la idolatría, es por eso que Dios tenía que castigarlos, a veces muy duramente, para que volvieran a sus creencias originales. En varias ocasiones Judea fue arrasada, conquistada y sus habitantes esclavizados y deportados como castigo por su infidelidad, y aunque Dios siempre volvía a llevarles de regreso a su tierra, nunca volvieron a gozar de la libertad que sólo disfrutaron apenas un siglo en tiempos de David y Salomón. El castigo definitivo acaeció en el año 70dC cuando los romanos destruyeron por completo el reino de Judea. Durante casi dos milenios los judíos fueron proscritos, extranjeros allá donde viviesen, siempre perseguidos y odiados por los cristianos quienes les acusaban de la muerte de Jesucristo.

Tras siglos de persecuciones, éstas llegaron a su máximo exponente en tiempos de Hitler, quien los persiguió hasta el punto de exterminar a millones de ellos en un holocausto que removió las conciencias de toda la humanidad. Al terminar la guerra muchos judíos comenzaron a regresar a Palestina, entonces bajo el gobierno del imperio británico. Presionado por la opinión pública de muchos países y la influencia económica que muchos judíos millonarios ejercían en numerosos países, especialmente en USA, Inglaterra aceptó la creación de un estado independiente llamado Israel donde los judíos pudieran volver a vivir en paz. Cientos de miles de judíos de todo el mundo volvieron a la tierra prometida pero la paz no fue duradera. Mientras los judíos habían estado fuera de Palestina aquellas tierras no habían estado abandonadas, sino que habían sido habitadas y trabajadas por muchas generaciones de palestinos, unos descendientes de los mismos judíos de dos mil años atrás, otros llegados en los siglos posteriores. Tanto unos como otros creían tener el mismo derecho a la posesión de la tierra de sus antepasados, pero la llegada masiva de judíos al comenzar el nuevo éxodo provocó una serie de conflictos que convirtieron el oriente próximo en un polvorín dispuesto a estallar. Desde entonces se han producido numerosas guerras, muertes y sufrimientos y no parece que el fin de esta conflictiva situación esté cerca.

La Brujeria

La Brujería, Una religión antigua: La Brujería era una antigua organización religiosa, con sus propios principios, basados en la adoración, sacrificio y servicio. También tenía su propio "clero", superiores en su posición, de acuerdo a la cantidad de poder mágico o místico que le eran atribuidos. La Brujería tenía sus propias reglas como religión, que tenía su origen en la inmemorial creencia en la Magia como un recurso opuesto a los misterios de la Naturaleza. Estas reglas fueron modificándose con el paso del tiempo, adaptándose a los continuos cambios que se daban en la fantasía popular. Hay que establecer que el ritual de las brujas antes del siglo IV era escencialmente pagano, aunque luego con el paso de los siglos combino al Paganismo y al Cristianismo. La explicación a esta aparente contradicción debemos encontrarla en el hecho de que los primeros conversos al cristianismo no renunciaron del todo a los rituales a los que estaban acostumbrados a observar al mismo tiempo que cambiaban sus dioses. Por ejemplo, San Agustín, quien dirigió la conversión en Inglaterra, estableció que si esta tarea de conversión iba a ser exitosa, no se debía interferir demasiado en las antiguas costumbres. De hecho, trató de armonizar lo mas que pudo con sus costumbres y las mas viejas. Los templos paganos fueron transformados en iglesias por el mero hecho de rociarlos con agua bendita, de esa manera los conversos no se tendrían que habituar a un nuevo ambiente. Los sacrificios a los antiguos dioses se reemplazaron por procesiones en honor a algún santo o mártir. Es así que aún hoy muchas festividades cristianas coinciden con las pretéritas paganas. Hubo brujas que, expuestas a su nueva fe, luego rompieron esos votos y regresaron a sus viejos dioses y a su vieja forma de adoración, pero conservando mucho del nuevo ritual que habían aprendido. por lo tanto, las brujas de los primeros siglos del cristianismo no solo observaban el Sabbath, la Dedicación y el Sacramento, sino que también tenían el Bautismo. Y sus encuentros o " aquelarres " solo funcionaban cuando eran trece brujas, doce y un lider, como una caricatura de los doce discípulos y Cristo. Esta combinación de rituales no funcionó bien. De hecho estableció la rivalidad entre las brujas y los cristianos, llevando a una lucha en la que cada una de las partes trataba de dominar a la otra, y mientras los cristianos pedía ayuda a los ángeles y santos en esta tarea, las brujas optaron por los poderes de la oscuridad.












Es por eso que por el siglo III se decía que las brujas eran " siervas del Diablo ". Como signo de rebeldía ante el cristianismo, las brujas renunciaron al Dios cristiano. Eran almas en rebeldía, el Anti Cristo. Sus sentimientos adversos hacia la autoridad las hicieron imaginar algo tan revolucionario como una inversión del Cristianismo. Una parte de sus rituales era recitar el Padrenuestro al revés, o cambiar los mandamientos, por ejemplo " No cometerás adulterio" por " Cometerás adulterio". Estas acciones de las brujas en Inglaterra ( la Magia, los Encantamientos, el Mal de Ojo, el poder de la Adivinación, etc ) atrajeron la atención y la preocupación de la Iglesia, llevando a la prohibición de estos rituales ( por ejemplo, se condenó el uso de pieles de animales, ya que el Jefe Brujo las usaba para dirigir los rituales, tomando el lugar de Satán con ese atuendo). Iniciación y ceremonias: El término brujo o bruja fué aplicado a hombres o mujeres y " coven" se llamaba tanto los encuentros como los lugares de reunión de las brujas. En la Edad Media la palabra "covent" o "convent" era usada para definir una asamblea religiosa. Poco a poco, "coven" era cualquier encuentro de doce personas con un líder ( trece por total). En el caso de las brujas, la palabra se estableció para una reunión de doce brujas con su líder, quien personificaba al Diablo. El lugar de encuentro de las brujas era secreto excepto para los miembros del coven, y cada coven era presidido por alguien cuya identidad era solo conocida por el líder supremo del Culto. El era el "Maestro de ceremonias", desconocido para todos excepto como el Diablo. El llegaba vestido de negro. Para completar la escena, podía usar una falsa doble cara, a través de la cual se suponía podía hablar, como el viejo dios Jano. En otros momentos usaría la cara de un macho cabrío y una mascara detrás. Esta estaría algunas veces en la nuca, pero también podiá ser usada al " final de la espalda". Junto con Jano encontramos a la Diosa Diana, ambos amados por la antigua hermandad de las brujas.

















Mientras Jano era el Dios de la fertilidad y santo patrón de los cruces de caminos, teniendo control sobre el sol y la luna, Diana, diosa de la luna, " Reina de la Noche", era la santa patrona de la fertilidad y la virginidad. Para ella, los cruces de caminos, donde comúnmente se realizaban los Aquelarres y Sabbaths, eran sagrados; ella poseía el horrible poder de enviar plagas u otras desagradables consecuencias sobre hombres y bestias. También identificada con Diana estaba la diosa Hecate, una diosa de la Tierra, poseedora de un gran poder y honrada por todos los dioses inferiores. Como diosa del bajo mundo esra una divinidad poderosa. Se decía que podía enviar sobre los que reinaba toda clase de demonios y terribles fantasmas en la noche, solo para llamar la atención. De ella es el crédito de haber creado la hechicería y la brujería. De vagar por los cruces de caminos , tumbas o tierras regadas por la sangre humana. De juntarse con las almas de los muertos y de ser acompañada por lobos y perros en sus correrías nocturnas. La tradición cuenta que era una ama muy estricta, y que muchas brujas mostraban signos de latigazos o mutilaciones debido a que la habían desobedecido. Cada districto tenía su Coven , y los encuatros de una localidad usualmente tenían lugar una vez a la semana, pero el "Sabbath de las Brujas", el mas importante de los encuentros, se realizaba cuatro veces al año, usualmente los Jueves. La persona o diablo bajo cuya supervisión funcionaba el Sabbath usaba el nombre de Belzebú, Satanás, Lucifer u otro adecuado a la velada. para los miembros del Coven, este diablo que presidía la reunión era DIOS. De rodillas lo adoraban como el proveedor de todo el Mal. Tan fuerte era la creencia del Coven sobre su poder, y tanto lo adoraban, que las brujas ofrecían sus hijos a su servicio, y se dice que algunas veces los sacrificaban en su honor. Los hijos de las brujas crecían al "servicio" del líder, y se cuenta de que una vez una inocente niña le contó a su padre ignorante de las actividades de su esposa de que ella poseía el poder de "embrujar", por lo que él denunció a su esposa, quien fué condenada y quemada viva. Cada siete años se llevaba a cabo el " Gran Sabbath", en el cual se congregaban todos los Covens de una gran área, y cuenta la tradición de que le "Supremo Brujo" o Diablo era sacrificado.













El Juramento: El aspirante a pertenecer al culto, después de ser recomendado, debía ser presentado. La forma de presentación se mantenía en secreto hasta el mismo acto. El candidato debía renunciar a toda forma de fe anterior, luego, el Diablo procedería de la siguiente manera: Ponía una mano sobre la cabeza del candidato y la otra en la suela del zapato. Este declaraba que desde ese momento su cuerpo y alma estarían al servicio del Diablo. Luego el candidato sería bautizado con un nuevo nombre, como p. ej., " Ladrón del Cielo". Este cambio de nombre era muy importante, una manera de dejar atrás toda vida y pertenencia anterior. Cuando el nuevo nombre era dado, el brujo era ordenado a hacer desde ese momento el mayor mal posible, pero no contar los secretos. Si el iniciado violaba su juramento o fidelidad, era cruelmente castigado. tan perfecto era el control de la orden que ante la menor sospecha de traición se castiga inmediatamente al sospechado. Ni aún los que eran encarcelados por la Iglesia podían escapar al largo brazo del jefe del Coven. Si por ejemplo confesaba en un juicio por brujería, el brujo, el Jefe de la orden no tendría problemas de ahorcarlo en la miosma mazmorra antes de cometer alguna indiscreción.