martes, 5 de junio de 2007

Qué es la muerte?

La muerte es un estado del hombre anhelado por todos. Siempre se ha temido a la muerte, a lo que esta conlleva. A todo el dolor y sufrimiento que la acompaña. ¿Pero es realmente a la muerte a lo que tememos? La muerte es algo desconocido. Quizá por ello la temamos, pero no por el hecho de ser desconocido ha de ser temido. Mil cosas hay en el mundo que para nosotros son desconocidas y no las tememos como a la muerte, si es que realmente la tememos. Desconocidos son los límites del universo y no por ello los tememos. Desconocido es el poder de la mente y no por ello nos aterra. ¿Es realmente a la muerte a la que tememos? El dolor, el sufrimiento, la soledad... esto es lo que realmente atemoriza al ser humano. Y ¿no esta todo esto unido a la idea de muerte? El dolor puede ocasionar la muerte, y la muerte de los demás produce soledad, lo que nos lleva al sufrimiento. No es la muerte en si lo que nos hace sufrir, es el dolor relacionado con la muerte y la perdida de seres queridos. La muerte no es algo aterrador. Si lo son los sentimientos que hemos llegado a relacionar con ella. La muerte no siempre conlleva dolor y el sentimiento de soledad que sentimos cuando alguien querido muere es un sentimiento egoísta. Nos sentimos apenados por la marcha de esa persona y por como nos llegaremos a sentir nosotros sin su presencia. Si miramos dentro de nosotros nos daremos cuenta que nunca hemos temido a la muerte. Si hemos pensado en ella, pero como algo inevitable, desconocido pero no aterrador. Lo aterrador es cuando hemos pensado en formas horribles de llegar hasta muerte; accidentes que nos amputen un miembro, que nos desangren, situaciones de asfixia, incendios en los que morimos calcinados, sintiendo como cada centímetro de nuestro cuerpo ardía, enfermedades que corroen nuestras entrañas... Esto si nos aterra pero esto no es la muerte, esto es la vida. En la muerte no hay dolor ni sufrimiento. Es en la vida donde sufrimos, sentimos dolor y soledad por la muerte de nuestros seres queridos. Por tanto no tememos a la muerte, sino que la anhelamos. Todo el mundo ha deseado morir en más de una ocasión, sobre todo cuando la vida se muestra más viva que nunca y nos demuestra su crueldad con toda su furia haciendo que deseemos la muerte más rápida y menos llena de vida posible.

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